Cómo confeccionar un balance
El balance se construye mediante los saldos de las cuentas contables de los grupo 1 a 5 del Plan General de Contabilidad. Todas las cuentas del grupo 1 al 5 se clasifican en cuentas de activo y de pasivo, que deberemos saber identificar y colocar en el balance en su lugar correcto en función a su naturaleza y al tipo de activo o pasivo en el que se encuadren.
Normalmente se determina el balance inicial, al comienzo del ciclo contable, y el balance final, al término del ciclo contable y una vez cerrada completamente la contabilidad, para ver la variación que han sufrido los elementos patrimoniales a lo largo de dicho ciclo contable, que por lo general tiene la duración de un año.
De igual forma, el balance debe ser analizado mediante una serie de índice y ratios que nos ayudarán a establecer un diagnóstico que nos sirva para la gestión empresarial.
Una de las recomendaciones que haré en esta obra será la de realizar un balance mes a mes, igual que haremos con la cuenta de resultados, para que el análisis empresarial se realice durante todo el ciclo económico.
Después de haber realizado un breve repaso sobre el concepto de patrimonio, de elementos patrimoniales y de masas patrimoniales, estamos en condiciones de confeccionar el balance, que lo haremos según se muestra a continuación:
En todo balance de situación, la suma de los elementos patrimoniales que conforman el activo ha de ser igual a la suma de los elementos patrimoniales que conforman el pasivo.
Es el estado demostrativo de los elementos patrimoniales que constituyen el patrimonio de la empresa en un momento determinado. Normalmente se realizan al principio y al final de cada ejercicio económico, tras el cálculo del resultado de la empresa.
Debes conocer
La base de las anotaciones contables se centra en la siguiente igualdad:
ACTIVO = PASIVO + PATRIMONIO NETO
La ecuación fundamental del patrimonio es la base y sustento de la técnica contable, puesto que de la misma vamos a deducir la teoría de la partida doble y con ello el cargo y abono de las cuentas.
Esta ecuación se resume en que en todo momento el ACTIVO debe ser igual al PASIVO + NETO, el cumplimiento de esta igualdad está en la base del método de la partida doble, que viene a decir que cualquier variación de un signo en un elemento del patrimonio tiene que ser compensada con una variación de distinto signo en otro elemento patrimonial.
Una vez tengamos claro los elementos que son de activo (bienes y derechos) y de pasivo (obligaciones) debemos dar un paso más en la clasificación de elementos patrimoniales que, a su vez, nos facilitará el camino para la confección y análisis del balance.
Cada bloque del balance, activo y pasivo, se divide a su vez en varias submasas en función al tipo y naturaleza del activo o pasivo que aglutina. De esta forma vamos a distinguir las siguientes submasas:
ACTIVO NO CORRIENTE
En él se incluirían aquellos bienes y derechos a largo plazo, es decir, que permanecerán más de una año en la empresa. Constituyen, por lo tanto, la estructura fija de la empresa. Se trata de inversiones productivas que dan valor a la actividad empresarial y que proporcionan una rentabilidad duradera. Hablamos por ejemplo de vehículos, construcciones, ordenadores, mobiliario, etc.
ACTIVO CORRIENTE
En él se incluirán aquellos bienes y derechos a corto plazo, es decir, los que permanecerán en la empresa menos de un año. Constituyen, por lo tanto, la estructura circulante de la empresa, se trata de aquellos bienes y derechos de cobro relacionados con la actividad diaria de la empresa, incluimos en este apartado las existencias o mercaderías que la empresa compra y vende, los derechos de cobro de sus clientes, el dinero, tanto en caja como en cuentas corrientes, etc.
PATRIMONIO NETO
Es este apartado se recogerán las aportaciones de los socios (tanto en la constitución como en las sucesivas ampliaciones de capital, si éstas se produjeran), los beneficios de obtenidos por la empresa, así como las pérdidas, y las reservas y remanente (parte del beneficio no distribuido).
PASIVO NO CORRIENTE
El igual que ocurría en el activo, el pasivo no corriente se relaciona con la estructura fija de la empresa, pero en este caso hablamos de obligaciones de pago, como son los préstamos, leasing, y otras deudas con obligación de devolución a largo plazo. Los elementos que aquí se recogen son las fuentes de financiación, con compromisos de devolución a largo plazo, con las que obtuvimos recursos económicos destinados a las inversiones que se recogerán en el activo no corriente.
PASIVO CORRIENTE
De la misma forma que ocurría con el activo corriente, en este punto se recogen obligaciones de pago a corto plazo, son elementos que implican fuentes de financiación con compromisos de devolución en menos de un año, es decir, son las deudas a las que tendremos que hacer frente a lo largo del año en curso, y para las que deberemos tener recursos suficientes para ello. Dichos recursos estaban recogidos, como comentamos anteriormente, en el activo corriente. Como ejemplos de obligaciones de pago a corto plazo estarían las deudas con proveedores, acreedores y las obligaciones de pago De Fuentes de financiación a largo plazo que nos tocará pagar en este año, es decir, la parte de los préstamos que tengamos que devolver a la entidad financiera a lo largo del año en curso.
Esta clasificación que acabamos de comentar nos será de vital para realizar el análisis patrimonial y financiero del balance.
En el siguiente cuadro se muestra, a modo de resumen, el balance y todas sus clasificaciones y definiciones de las masas y submasas.
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